¿Quién
necesita el diálogo social?
Se
nos propone que, junto con UGT, continuemos conversaciones con el
gobierno con la intención de llegar a un acuerdo en el marco del
“diálogo social”.
Y
muchos trabajadores y cuadros sindicales se preguntan ¿de qué se
está hablando en estas negociaciones? ¿De derogar o modificar la
reforma laboral? ¿De devolver a los empleados públicos los salarios
y derechos que se les han recortado? ¿De derogar la ley Wert? ¿De
derogar el artículo 315.3 del Código Penal y dar instrucciones a la
fiscalía de que retire todas las acusaciones contra sindicalistas?
¿De retirar el proyecto de ley-mordaza? ¿De poner fin al
enfrentamiento con el pueblo de Cataluña? Porque sería el momento
mejor, cuando la debilidad del gobierno es extrema, como demuestra el
que se esté viendo obligado a discutir si retira el proyecto de ley
anti-aborto. Entonces, compañeros ¿hemos puesto estas cuestiones
sobre la mesa o es el gobierno quien pone una agenda que excluye
todas estas cuestiones, fundamentales para la clase trabajadora? ¿Y
por qué lo aceptamos?
Pero,
si esas cuestiones, fundamentales para la clase trabajadora, no están
sobre la mesa, la pregunta es ¿quién necesita ese diálogo social?
Lo necesita el gobierno, cuya popularidad no llega al 20%, y que
necesita desesperadamente la paz social para imponernos la reforma
laboral y los recortes a los servicios públicos y para imponer al
pueblo de Cataluña el peso de la Constitución contra su derecho a
decidir.
Y,
¿en qué beneficia a los sindicatos mantener estas negociaciones? La
respuesta es clara: no sólo no les beneficia, sino
que les perjudica directamente. Una nueva foto con el gobierno
firmando un pacto despertaría el rechazo de miles de cuadros
sindicales, de millones de trabajadores, daría alas a la campaña de
desprestigio de los sindicatos. Están próximas las elecciones
sindicales de la mayoría de los empleados públicos, que han sufrido
tremendos recortes de manos del gobierno Rajoy. Llegar a un acuerdo
con este gobierno dando la espalda a la exigencia de recuperación de
todos los derechos es un torpedo contra los candidatos de UGT y CCOO
en la función pública. Y en la práctica, las desavenencias
pactadas, la ausencia de movilización, sigue aumentando la
desafección hacia el sindicato y la caída en la afiliación.
¿No
sería el momento de aprovechar la debilidad del gobierno para formar
un frente común con todas las organizaciones sindicales, políticas
y sociales de la clase trabajadora y exigir al gobierno la retirada
de la reforma laboral, de todos los recortes a lo público, a las
pensiones y a las libertades, para exigirle la derogación del
franquista artículo 315.3 del Código Penal?
¿Es
un locura proponer esto? Dos de los tres principales sindicatos de
Francia, la CGT y FO, citados por el gobierno a un diálogo social
sobre sus planes de contrarreformas, se han negado a participar. La
CGTP, principal sindicato de Portugal, llama a la movilización para
exigir la dimisión del gobierno responsable de los recortes y
elecciones anticipadas.
Para
terminar, en estas condiciones, un pacto con el gobierno es una
puñalada por la espalda al pueblo de Cataluña.
No
es una cuestión banal. El ministro Margallo dijo que había que
aplicar a Cataluña todo el peso de la ley, incluido el artículo155
de la Constitución, que incluye la posibilidad de suspender la
autonomía, ABC dijo que todos los medios legales incluyen la
posibilidad de recurrir al ejército. Aunque el Ministro de Interior
dice que no se ha hablado de intervenir la autonomía, el gobierno
prepara un enfrentamiento al que esta organización no puede ser
ajena. Ni neutral.
La
constitución y las leyes son un medio, no un fin, el pueblo catalán
tiene un fin: decidir. Así lo ha expresado masivamente el 11 de
septiembre, con más de un millón de personas y en las
impresionantes movilizaciones el 11 de septiembre y por una amplia
mayoría de su Parlamento. Nuestra organización en Cataluña, las
CONC, y la de UGT, también apoyan el derecho a decidir.
Un
sindicato debe estar con la clase trabajadora y el pueblo y la
confederación debe decir que está con el pueblo de Cataluña. El
Gobierno solicita al Tribunal Constitucional que suspenda la Ley de
Consultas de Cataluña y la consulta del 9 de noviembre. El Tribunal
Constitucional lo va a impugnar ¿qué dice la confederación? Es el
mismo TC que ha validado el despido libre de la reforma laboral de
Rajoy el 16 de julio y entonces dijimos que esa sentencia nos
retrotraía al franquismo.
La
dirección confederal debe actuar rápidamente, apoyando a nuestro
compañeros de CCOO de Cataluña, apoyando la posición a favor del
derecho a decidir, rechazando de plano las decisiones del Gobierno y
del Tribunal Constitucional.
La
mejor manera de buscar la unidad de todos los pueblos es partir del
respeto a estos pueblos. Y ante todo debemos anteponer la unidad y la
solidaridad de los trabajadores de todo el estado, como la mejor
manera de combatir los intereses espurios de la derecha y el capital
financiero, que tanto en Cataluña como en el resto del estado
español, buscan el enfrentamiento entre los pueblos y entre los
trabajadores, para aplicar mejor sus planes de recortes y destrucción
de derechos, siguiendo los dictados de la Troika.
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