jueves, 2 de octubre de 2014

Intervención de Luis González en el último consejo confederal de CCOO

¿Quién necesita el diálogo social?

Se nos propone que, junto con UGT, continuemos conversaciones con el gobierno con la intención de llegar a un acuerdo en el marco del “diálogo social”.
Y muchos trabajadores y cuadros sindicales se preguntan ¿de qué se está hablando en estas negociaciones? ¿De derogar o modificar la reforma laboral? ¿De devolver a los empleados públicos los salarios y derechos que se les han recortado? ¿De derogar la ley Wert? ¿De derogar el artículo 315.3 del Código Penal y dar instrucciones a la fiscalía de que retire todas las acusaciones contra sindicalistas?
¿De retirar el proyecto de ley-mordaza? ¿De poner fin al enfrentamiento con el pueblo de Cataluña? Porque sería el momento mejor, cuando la debilidad del gobierno es extrema, como demuestra el que se esté viendo obligado a discutir si retira el proyecto de ley anti-aborto. Entonces, compañeros ¿hemos puesto estas cuestiones sobre la mesa o es el gobierno quien pone una agenda que excluye todas estas cuestiones, fundamentales para la clase trabajadora? ¿Y por qué lo aceptamos?
Pero, si esas cuestiones, fundamentales para la clase trabajadora, no están sobre la mesa, la pregunta es ¿quién necesita ese diálogo social? Lo necesita el gobierno, cuya popularidad no llega al 20%, y que necesita desesperadamente la paz social para imponernos la reforma laboral y los recortes a los servicios públicos y para imponer al pueblo de Cataluña el peso de la Constitución contra su derecho a decidir.
Y, ¿en qué beneficia a los sindicatos mantener estas negociaciones? La respuesta es clara: no sólo no les beneficia, sino que les perjudica directamente. Una nueva foto con el gobierno firmando un pacto despertaría el rechazo de miles de cuadros sindicales, de millones de trabajadores, daría alas a la campaña de desprestigio de los sindicatos. Están próximas las elecciones sindicales de la mayoría de los empleados públicos, que han sufrido tremendos recortes de manos del gobierno Rajoy. Llegar a un acuerdo con este gobierno dando la espalda a la exigencia de recuperación de todos los derechos es un torpedo contra los candidatos de UGT y CCOO en la función pública. Y en la práctica, las desavenencias pactadas, la ausencia de movilización, sigue aumentando la desafección hacia el sindicato y la caída en la afiliación.
¿No sería el momento de aprovechar la debilidad del gobierno para formar un frente común con todas las organizaciones sindicales, políticas y sociales de la clase trabajadora y exigir al gobierno la retirada de la reforma laboral, de todos los recortes a lo público, a las pensiones y a las libertades, para exigirle la derogación del franquista artículo 315.3 del Código Penal?
¿Es un locura proponer esto? Dos de los tres principales sindicatos de Francia, la CGT y FO, citados por el gobierno a un diálogo social sobre sus planes de contrarreformas, se han negado a participar. La CGTP, principal sindicato de Portugal, llama a la movilización para exigir la dimisión del gobierno responsable de los recortes y elecciones anticipadas.
Para terminar, en estas condiciones, un pacto con el gobierno es una puñalada por la espalda al pueblo de Cataluña.
No es una cuestión banal. El ministro Margallo dijo que había que aplicar a Cataluña todo el peso de la ley, incluido el artículo155 de la Constitución, que incluye la posibilidad de suspender la autonomía, ABC dijo que todos los medios legales incluyen la posibilidad de recurrir al ejército. Aunque el Ministro de Interior dice que no se ha hablado de intervenir la autonomía, el gobierno prepara un enfrentamiento al que esta organización no puede ser ajena. Ni neutral.
La constitución y las leyes son un medio, no un fin, el pueblo catalán tiene un fin: decidir. Así lo ha expresado masivamente el 11 de septiembre, con más de un millón de personas y en las impresionantes movilizaciones el 11 de septiembre y por una amplia mayoría de su Parlamento. Nuestra organización en Cataluña, las CONC, y la de UGT, también apoyan el derecho a decidir.
Un sindicato debe estar con la clase trabajadora y el pueblo y la confederación debe decir que está con el pueblo de Cataluña. El Gobierno solicita al Tribunal Constitucional que suspenda la Ley de Consultas de Cataluña y la consulta del 9 de noviembre. El Tribunal Constitucional lo va a impugnar ¿qué dice la confederación? Es el mismo TC que ha validado el despido libre de la reforma laboral de Rajoy el 16 de julio y entonces dijimos que esa sentencia nos retrotraía al franquismo.

La dirección confederal debe actuar rápidamente, apoyando a nuestro compañeros de CCOO de Cataluña, apoyando la posición a favor del derecho a decidir, rechazando de plano las decisiones del Gobierno y del Tribunal Constitucional.

La mejor manera de buscar la unidad de todos los pueblos es partir del respeto a estos pueblos. Y ante todo debemos anteponer la unidad y la solidaridad de los trabajadores de todo el estado, como la mejor manera de combatir los intereses espurios de la derecha y el capital financiero, que tanto en Cataluña como en el resto del estado español, buscan el enfrentamiento entre los pueblos y entre los trabajadores, para aplicar mejor sus planes de recortes y destrucción de derechos, siguiendo los dictados de la Troika.





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